Reseña: La compañía de las causas justas. Mi reino por tu sonrisa de Carolina Mateos Sánchez & Óscar Echedey Salazar Jorge

Título: La compañía de las causas justas. Mi reino por tu sonrisa

Autor: Carolina Mateos Sánchez & Óscar Echedey Salazar Jorge

Editorial: Círculo Rojo

Páginas: 74

Precio:  10,00 euros

Género: Relato corto

ISBN: 978-84-9115-702-1

SINOPSIS

El chico del jersey a rombos no puede soportar que su vecina, Carolina, haya dejado de sonreír, así que reunirá a la Compañía de las Causas Justas, que no cejará en su empeño de devolverle la sonrisa cueste lo que cueste. Una historia sobre el valor de la amistad, la lealtad, el compromiso, la fantasía y la lucha por los ideales.

*Gracias a la editorial por el ejemplar 

OPINIÓN

Vuelvo a encontrarme con una historia que no esperaba que fuese infantil, pero que en el fondo deja unas pequeñas enseñanzas que me han gustado mucho. El libro no es muy largo, y teniendo en cuenta su extensión, ha tocado varios temas que me han gustado bastante, pero primero os explicaré de qué trata la historia.

El protagonista es un chico que tiene a una vecina que siempre está sonriendo, pero un día descubre que ha dejado de sonreír porque dentro de poco se mudará, y esto hace que el protagonista ansíe con todas sus fuerzas devolverle la sonrisa. En el colegio se alía con varias personas con las que nunca se habría imaginado estar y juntos tratan de cumplir su objetivo primordial: hacer sonreír a la chica, que se llama Carolina, pero que apodan como Princesa Nalda. Y claro, intentándolo... habrá algunas consecuencias.

Los temas que tocan son variados: desde las injusticias sociales (aplicadas a las normas de un colegio de primaria, pero ellos se lo toman como si fuera una revuelta social que puede acabar en la tercera guerra mundial, aunque claro, son niños) hasta el que las apariencias engañan. También desarrollan el tema de el típico grupito asqueroso que solo quiere fastidiar. Aunque considero que esto no habría sido así si los protagonistas se hubieran comportado al menos decentemente con ese grupo, pero vamos, que la venganza que toman es tener mala leche.

La forma de contarlo es muy original, pues el protagonista es un niño que no creo que supere los once años de edad (como mucho doce) y se imagina todo lo que le sucede como si estuviera viviendo e el medievo. Incluso tiene puestos los roles de cada personaje, siendo él un bufón, otro un mago, otro un caballero oscuro... etc. El director de la escuela, y esto me hizo gracia, es un nigromante malvado que domina el colegio con normas que parecen injustas para ellos. En general todos tienen nombres del medievo y cuenta todo lo que sucede como si ellos fueran los caballeros de la mesa redonda y cumplieran una misión. Fue divertido verlo así, aunque no me gusta mucho el medievo, pero consiguió que me enterneciera por la manera en la que el chico veía las cosas de forma tan inocente.

La mayor parte de la historia se la pasan ideando formas descabelladas y completamente raras de hacer sonreír a la princesa, y gracias a esto se desencadenarán varios problemas que intentarán solucionar a la vez que su objetivo. No puedo decir mucho más porque en esto se basa la historia, que os recuerdo que es muy corta.

En cuanto a los personajes, son muy tópicos, eso no se puede negar, aunque en una historia tan corta tampoco se podían andar profundizando. Que si el matón, que si el listillo que se entera de todo, que si el adorable, y que si el sensato. Y luego el niño asqueroso de turno, claro. Que vamos, a pesar de que son tópicos, para esta historia le pegaba, y siendo un cuento infantil deja enseñanzas relacionadas conque, en este caso, las apariencias engañan.

Ojo, con infantil me refiero a que lo pueden leer chicos a partir de 8, 9, 10 años si les gusta leer. Y también mayores.

¿Fallos? Sí, sí, tenía que tener alguno, por supuesto. El fallo más grande que he visto es que el argumento de la obra se basa en hacer locuras descabelladas para alegrar a la princesa en vez de hablarle y contarle un chiste o algo. Que entiendo que intentaran alegrarla, pero podían hacerlo sin recurrir a semejantes planes... vamos. Pero aun así, repito que estuvo muy bien.

Otro fallo —y es que sabéis que soy una maniática con esto— la puntuación y la utilización de los signos a la hora de escribir. Ya no me meto con la maquetación porque a veces tiene algunos fallos, pero sí con la puntuación, como poner un punto después de una interrogación —¿Te gusta?.—, o escribir diálogos terminando siembre con un guion que no viene a cuento:

—Hola, ¿qué tal?—

—Bien, y tú?—

En esta historia, gracias a Dios, casi todo es narración y el protagonista nos resume todos los sucesos. A pesar de que hay varios fallitos más (como olvidarse de poner una exclamación inicial) por esta vez voy a dejar pasar estos errores y no los voy a puntuar muy negativamente, porque la historia me ha gustado mucho.

Bueno, y ese final a mí, aunque me parecía típico y predecible, supieron darle un punto impredecible que me hizo ponerme los pelos de punta.

Lo mejor: La forma de contar las cosas y los temas que trata.

Lo peor: El hecho de que en toda la historia ni se acercaran a la princesa para decirle hola siquiera. Me dejó un poco... ¿what? Y las faltas de ortografía.

PUNTUACIÓN

4/5